La inteligencia artificial en la industria

La industria está cada vez más digitalizada y la empresa digital se ha convertido en una realidad para miles de negocios. Uno de los nuevos aliados que se ha ido consolidando gracias a los buenos resultados es la inteligencia artificial, la cual está consiguiendo potenciar al máximo la industria.

¿Qué es la IA?

La inteligencia artificial es una rama multidisciplinar que combina ciencia (especialmente lógica y computación) con filosofía e incluso ramas tan lejanas como la lingüística. La principal misión de esta área es crear entidades artificiales que consigan resolver problemas de manera eficaz y realizar tareas de manera autónoma a través de algoritmos o paradigmas de comportamiento humano.

Esta disciplina lleva investigándose desde los 90 y, en estos años, ha contribuido a identificar el potencial del capital humano, haciendo que su rendimiento y rentabilidad mejoren.

A día de hoy, está presente en un gran porcentaje de productos que usamos día a día, como las smart tv que pueden personalizar el contenido, los termostatos que estudian el comportamiento para mantener la vivienda a una temperatura ideal o apps para móviles que identifican los gustos musicales y crean contenido de acuerdo a las preferencias, otras que son capaces de identificar los rostros para aplicar filtros o adivinar la edad, etc.

Aplicaciones de la inteligencia artificial

Muchos sectores no pueden resistir a los encantos y ventajas que ofrece la inteligencia artificial. Por eso, sus principales aplicaciones en la actualidad son las siguientes:

  • Asistentes personales virtuales. En los últimos años se han generalizado los chatbots en las páginas web: unos servicios interactivos que nos ayudan en nuestra búsqueda en la página web.
  • Finanzas. La IA se ha convertido en el aliado perfecto para detectar el fraude, predecir patrones de mercado o ofrecer un servicio personalizado a cada cliente en función de sus preferencias.
  • Educación. Los diferentes algoritmos permiten crear ofertas educativas personalizadas en función de las búsquedas y preferencias del usuario.
  • Climáticas. Para combatir el cambio climático se están tomando muchísimas medidas, y las investigaciones en este campo están cobrando mucha importancia. Ahora oímos hablar, por ejemplo, de edificios inteligentes capaces cuyo diseño está pensado para reducir el consumo energético.
  • Sanidad. La inteligencia artificial y el big data son muy útiles al sector de la salud: si se recopilan datos e información sobre enfermedades y síntomas, se pueden confeccionar chatbots o asistentes virtuales que, a través de unas preguntas, permiten diagnosticar la enfermedad del paciente. También ayuda a detectar factores genéticos que pueden desarrollar una enfermedad en el futuro.

La inteligencia artificial en la industria

Y, aunque solemos asociar la inteligencia artificial al desarrollo de robots, lo cierto es que se trata de una disciplina muy útil y muy empleada en la industria que ha conseguido grandes avances tecnológicos tanto en la potenciación de software como de hardware, y también en la computación y transmisión de datos.

Las herramientas de IA son un gran apoyo en los procesos industriales: mejoran el rendimiento haciéndolos más flexibles y eficientes. Esto se debe a la forma de trabajar: son capaces de operar de manera independiente y de manera conjunta con los otros agentes que participan, con los que están conectados en red.

¿Cómo aplicamos la inteligencia artificial en la industria?

Las primeras aplicaciones de IA están produciéndose en actividades industriales habituales: reconocimiento de idiomas, documentación del entorno, asistentes personales virtuales, gestión del stock…

Gracias al Big Data, se puede analizar grandes volúmenes de datos y detectar tendencias o patrones que harán que los procesos de fabricación sean más eficientes, reduciendo, además, el uso de consumo energético.

La IA es capaz de aprender a base de entrenamientos, lo cual permitirá que descubra conexiones en las redes que aún no son detectables para la mente humana.

También ha dado lugar al surgimiento de cobots, unos robots colaborativos que trabajan codo con codo con los humanos para mejorar la producción. Aprenden de manera simple, como lo hace un humano, pero con la ventaja de que suponen un significativo ahorro en costes.

La tecnología, aliado de la industria

Por lo tanto, el desarrollo de la tecnología contribuye a mejorar los procesos productivos. Y, pese a que para muchos expertos va a contribuir a la destrucción de empleo, va a generar otros puestos de trabajo diferentes a los tradicionales.

En ULMA velamos por la seguridad de nuestros trabajadores. Por eso contamos con unos sistemas de gestión basados en estrictos estándares de calidad que garantizan unos productos forjados de altas prestaciones y nuestros procesos de forja cuentan con un alto grado de automatización, especialmente en la manipulación del material.