Los riesgos de la automatización en los procesos de trabajo
Algunas películas de ciencia ficción nos hacían pensar en un 2020 con coches voladores y, aunque por el momento eso no lo hemos conseguido, sí que hemos logrado grandes avances tecnológicos que han digitalizado toda nuestra vida, especialmente tras el coronavirus: pagos a través del móvil, donde también podemos visionar películas y contenido multimedia, comunicarnos con gente de la otra punta del mundo con la que no tenemos lengua en común… Y aún estamos en el primer cuarto de siglo.
¿Cómo afecta la tecnología en el ámbito laboral?
Y es que no solamente tenemos la tecnología presente en nuestro día a día, sino también en nuestras actividades laborales, donde más evidente se hace el progreso tecnológico. Gracias también a la automatización de algunos trabajos, que, asimismo, suponen una gran ventaja en la prevención de riesgos laborales, siempre y cuando el progreso se encamine de manera correcta.
La automatización de procesos industriales
La principal finalidad de la automatización es maximizar los resultados y minimizar los factores de riesgo, especialmente en aquellos puestos de trabajo donde cabe la posibilidad de sufrir algún accidente o enfermedad profesional, sin dejar a un lado la persecución de los objetivos deseados.
Por ese motivo, muchas empresas dedicadas a la industria tienen numerosos sistemas automatizados que participan en el proceso productivo y que se encargan de controlar las variables del mismo, como presión, temperatura, nivel, caudal, etcétera.
Riesgos de la automatización
Pero la automatización de una planta industrial no siempre es suficiente. En 1984, en una planta de pesticidas ubicada en Bhopal, India, tuvo lugar uno de los accidentes más trágicos de los que se tiene constancia: se liberó a la atmósfera isocionato de metilo (MIC), un compuesto muy tóxico, que causó la muerte de miles de personas y cientos de heridos. Se cree que uno de los motivos por los que esto ocurrió fue porque entró agua en el tanque de almacenamiento de MIC, lo cual generó una reacción exotérmica que incrementó la presión y la temperatura del interior.
Podría pensar que, ante esta situación, un sistema automatizado habría evitado esta catástrofe, pero no es así: los medidores de presión y temperatura no funcionaban y el sistema de refrigeración estaba conectado.
Por supuesto, la automatización de los sistemas de plantas industriales resulta esencial, pero no suficiente: puede ocasionar accidentes laborales a algún trabajador o desconfigurarse y cometer errores. Además, en muchas ocasiones, dichas máquinas están controladas por una persona, que puede cometer fallos, de ahí que sea fundamental conocer los riesgos de la automatización que permitan diseñar unas normas o criterios de seguridad para evitar accidentes laborales no deseados. Las normas UN/IEC 62061 y la ISO 12100 están diseñadas para mitigar dichos riesgos en base a determinados estándares de calidad.
En ULMA tenemos un firme compromiso con el desarrollo y la seguridad de nuestros trabajadores. Creemos en el trabajo profesional y garantizamos unos productos forjados de altas prestaciones.