Las tecnologías digitales dejan un fuerte impacto en el ámbito laboral, provocando una demanda de profesionales expertos en dicha materia, pero que también ayudan a conectar a las personas y a la toma de decisiones que promueven un cambio estructural en las organizaciones para transformarlas.

En consecuencia, las profesiones que más demanda están recibiendo en los últimos años son aquellas relacionadas con el cambio tecnológico.

Será necesario adaptarse a los cambios

Ante los cambios que se avecinan, la forma de trabajar y la propia estructura de la empresa cobrará un peso importante. Se apostará por una organización más flexible y dinámica, que deje atrás las estructuras jerárquicas y sea capaz de responder con agilidad a las demandas y cambios del mercado. Dentro de la empresa, se impondrán pequeños grupos de trabajo que pongan a prueba el trabajo en equipo durante un par de años, el tiempo suficiente para que luego los empleados puedan desarrollar otros proyectos dentro de la misma compañía.

Para responder a los constantes avances tecnológicos, la formación continua será elemental para dar respuesta a las problemáticas que puedan surgir y no quedarse atrás.

Nuevos perfiles profesionales para nuevas realidades

El cambio de paradigma, con el progreso de la tecnología y su efecto en el mercado laboral, ha preocupado desde siempre a la sociedad, lo cual ha causado cierto pesimismo, puesto que muchos piensan que estamos irremediablemente abocados a un desempleo general originado por el progreso tecnológico.

Pero esto no es del todo cierto, puesto que, a medida que decaen las labores más tradicionales, se observa cómo las tecnologías han hecho que cambien también los perfiles profesionales: se demanda un perfil que sea capaz de desempeñar tareas poco predecibles o codificables, que en algunos casos implican razonamiento, y que algunos robots o algoritmos no son capaces de desempeñar.

El desempleo tecnológico

Se estima que en torno al 85% de las profesiones del futuro todavía no se han inventado y que, a día de hoy, muchos perfiles profesionales, pese a ser altamente cualificados, no se adaptan a las exigencias tecnológicas —a esta tendencia se la ha denominado como “desempleo tecnológico”.

Es decir, la demanda de operarios para una fábrica ha disminuido porque se trata de una actividad que puede realizar un sistema automatizado —supone menos gastos, pero también una apuesta por la Prevención de Riesgos Laborales—, sino que ahora se buscan especialistas en Inteligencia Artificial, Ciberseguridad o automatización de procesos y Marketing, entre otras muchas opciones.

Pero el impacto no se queda ahí, sino que también afecta a la forma de contratar: cada vez son más los portales de empleo online o las empresas que buscan incorporar a su plantilla nuevos perfiles a través de plataformas digitales.

Una creciente demanda de profesiones tecnológicas

Las compañías reclaman perfiles profesionales tecnológicos por tres motivos:

• el avance de las nuevas tecnologías,
• la cada vez más creciente tendencia a digitalizar los sectores productivos y
• demanda de mano de obra altamente cualificada.

Por todos estos motivos, la formación y aprendizaje tecnológico se está convirtiendo en una apuesta segura en la empleabilidad: aquellos trabajadores relacionados con las TIC o el sector tecnológico en general se están convirtiendo en los más apreciados por las organizaciones, lo cual también tiene su reflejo en el salario medio.

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