Fundición y forja: te contamos cuáles son las principales diferencias entre estos dos procesos
Antes de comenzar a detallar en qué consisten los procesos de fundición y forja, así como las principales características de cada uno de ellos, conviene aclarar la naturaleza de los dos materiales principales que se suelen utilizar en estos procesos como son el hierro y el acero. El hierro (Fe) es uno de los metales más abundantes que podemos encontrar en la corteza terrestre, solo superado por el aluminio (Al).
Sin embargo, el hierro puro (aquel cuya pureza es superior al 9,5%) no tiene demasiadas aplicaciones y suele necesitar de aleantes, tanto metálicos como no metálicos, para aportarle diferentes propiedades. Además, resulta importante hacer hincapié en que la acepción popular del término “hierro” no siempre se refiere al hierro puro elemental, sino que suele hacer referencia a una aleación de hierro.
Principales diferencias entre hierro y acero fundido
Una de las diferencias más destacadas que existen entre el acero y el hierro reside en su composición, concretamente en la cantidad de carbono que se encuentra presente en la aleación. Mientras que el hierro contiene aproximadamente más del 2% de carbono en peso, para producir acero los niveles de carbono deben encontrarse reducidos a una cantidad situada entre el 0,008% y 2%. El hierro fundido posee un punto de fusión bajo, mientras que el acero debe fundirse a una temperatura más alta. El punto de fusión inferior que presenta el hierro fundido y la sencillez con la que fluye, son dos aspectos clave por las que este material se suele utilizar con mayor frecuencia en la fundición de una amplia variedad de productos.
Diferencia entre hierro forjado y hierro fundido
El hierro fundido no puede ser soldado de una forma fiable debido a su alto contenido en carbono, que provocaría una soldadura de carácter frágil. Por tanto, este material no proporciona la resistencia ni la conectividad de tuberías que son imprescindiblemente requeridas por aplicaciones de alta presión y temperatura. En estos casos, el acero es la opción más acertada.
Fundición y forjado de acero
El acero presenta unas capacidades inmejorables para afrontar tanto los procesos de fundición como de forja. Además es un material idóneo para la soldadura ya que ofrece una mayor fuerza y resistencia que el hierro fundido, presentándose de esta manera como una opción ideal para el uso de altas presiones y temperaturas. La aleación de acero más frecuente es el acero al carbono. No obstante, en función de las condiciones de trabajo del producto final, el material puede presentar una composición de aleaciones de un grado superior como acero inoxidable o acero de molibdeno. Este tipo de aceros de aleación especial suelen ser los más utilizados debido a su mayor resistencia a la corrosión y al desgaste, así como para satisfacer necesidades que requieran de altas temperaturas y/o presiones.
En ULMA Forged Solutions, hemos logrado convertirnos en uno de los fabricantes líderes en el sector de la fabricación de bridas y productos de acero forjado de altas prestaciones. Todos ellos están diseñados para garantizar la máxima durabilidad en todo tipo de industrias, como la petroquímica o la energética, entre otras. Además, en ULMA abarcamos todo el proceso fabril, desde la materia prima hasta el producto final, lo que nos permite ser competitivos a la vez que cumplimos con todos los estándares de calidad y garantía que demandan tanto el mercado como nuestros clientes.
Fundición
Todos los productos fundidos se fabrican transformando el material a estado líquido para, a continuación, verterlo sobre un molde con el objetivo de solidificarlo. El material, en estado líquido, va adquiriendo la forma del molde a medida que comienza a enfriarse para retirarlo de este una vez se haya solidificado por completo.
Forja
La forja es el método por el cual se conforman los metales a través de la utilización de altas presiones, bien sea a golpe de martillo o bajo la presión de un troquel. En este proceso, se suele calentar el material de forma previa para que la acción de forjado sea más simple y eficaz, aunque en este caso el material permanece en estado sólido durante todo el proceso. Existen numerosos productos en el mercado en los que los fabricantes suelen especificar el grado y el tipo de material real como “acero forjado” o “acero fundido” para especificar qué tipo de proceso se ha utilizado.
Así optimizamos nuestros procesos
En ULMA Forged Solutions optimizamos todos nuestros procesos de forma constante, por ello diseñamos y fabricamos nuestras propias estampas para las diferentes referencias que se forjan en las líneas de prensa. Todos nuestros procesos de fabricación garantizan la trazabilidad, a través de la recepción y captura de datos en cada fase del proceso fabril, incluyendo los test de calidad, y aplicando las gamas que correspondan en cada operación que llevamos a cabo.
El acero forjado presenta algunas ventajas interesantes en comparación con el hierro fundido. Si bien es cierto que mediante la fundición se pueden obtener formas más complejas, en el proceso de forja se deforma el material en estado sólido haciendo que el fibrado interior siga la geometría de la pieza, obteniendo así mejoras significativas en las propiedades mecánicas de la misma. Además, las presiones de deformación del proceso de forja pueden reducir, o incluso hacer desaparecer, los posibles defectos internos de la pieza cerrando cavidades y poros.
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