Así es la situación del suministro de gas y energético en Europa

La crisis energética que se experimenta desde hace meses está provocando que los precios de los suministros crezcan sin parar. Desde septiembre de 2021, el precio medio de la factura de la luz ha crecido de manera ininterrumpida debido en parte al repunte en el precio del gas y también por los derechos de emisión de CO2.

Las facturas de algunas empresas han llegado incluso a triplicarse, teniendo que incrementar también los costes.

Esto tiene consecuencias para los costes de transformación de industrias como la nuestra.

Crisis energética mundial: ¿Por qué sube el precio del gas?

La subida del gas y energía en Europa se debe a varios factores.

Asia necesita abastecimiento y está dispuesta a pagar más

Por un lado, Asia (especialmente China) está comprando grandes cantidades de gas para abastecer su demanda, que, durante el último año, creció un 20%. La razón que se encuentra tras esta demanda es la falta de carbón y su encarecimiento para producir electricidad. El mercado asiático JKM continúa con precios superiores al mercado europeo lo que hace que gran parte del gas se desvíe hacia dicho continente.

Como consecuencia, el gas que debía llegar por barco GNL tomó un desvió hacia China, ya que pagaba un precio superior al de Europa. Por tanto, los almacenes europeos se han llenado más tarde de lo habitual.

Rusia ha cesado el suministro a Alemania

Recientemente, Rusia ha decidido cesar el suministro a Alemania a través del gasoducto Yamal-Europa, el mayor entre Rusia y Europa. Esto pone a la comunidad europea, su principal cliente, contra las cuerdas.

Además, esta relación se está volviendo más complicada porque NordStream2 (el nuevo gaseoducto que conecta Rusia con el centro de Europa) no tiene aún los permisos suficientes para arrancar. Esto hace que su puesta en funcionamiento se retrase, lo cual hará que Alemania tenga este invierno las reservas de gas más bajas de la última década.

Tensiones entre Argelia y Marruecos Las tensiones entre Argelia y Marruecos hacen que uno de los gaseoductos que conecta Argelia con España y que pasa por Marruecos (nos referimos al gaseoducto que inyecta gas en la península a través de Tarifa) se encuentre bloqueado en estos momentos, sin poder inyectar gas a la península ibérica.

Para intentar contribuir a esta situación, Argelia está supliendo este problema con el envío de metaneros.

Con todo ello, y a no ser que la situación mejore no se prevé que a corto la tendencia del precio del gas vaya a relajarse.

Cómo afecta el coste energético a los costes de transformación

Esta escalada en los precios del gas y la energía está llevando a algunas empresas a frenar su actividad para mitigar la sangría que llega con cada factura, aunque no sea posible satisfacer al completo la demanda de los clientes. Las principales afectadas por esta subida son las empresas electrointensivas y las que necesitan mucho gas para funcionar.

La subida del precio del suministro ha puesto en jaque a muchas empresas electrointensivas y sus márgenes de negocio. Lo cual ha llevado a algunos negocios siderúrgicos a realizar parones, con la consiguiente reducción en la producción.

El temor de muchas de estas compañías es que, si la subida continúa, las paradas crecerán en consecuencia, la capacidad de producción no será la misma y muchas empresas se verán abocadas a cerrar, ya que la situación podría ser insostenible.

Además de los parones, la dirección de algunas empresas está elaborando un plan con el que se busque reducir la producción en determinadas horas del día en las que la producción no es rentable. La situación actual hace que los ajustes laborales sean necesarios, y si la situación no revierte el parón será total.