¿Qué es la Industria 4.0 y cómo influirá en las empresas en el futuro?
Máquinas que predicen cuándo necesitan revisión, cadenas de producción conectadas con la demanda en tiempo real, trabajadores monitorizados para detectar accidentes al instante… Parece el futuro, pero no lo es. Es la industria 4.0.
Procesos automatizados e interconectados
¿Qué es la industria 4.0?
La industria 4.0 hace referencia a la cuarta ola de la revolución industrial, una disrupción comparable a la adopción del vapor en la primera revolución industrial, la electricidad y la producción en masa de la segunda, o la informática y la automatización de la tercera.
En esta nueva ola, hacen su entrada la digitalización y una gran cantidad de tecnologías disruptivas: la robótica, la inteligencia artificial, el big data y la analítica de datos, el Internet de las Cosas, las tecnologías cognitivas o la realidad virtual.
Gracias a todas estas tecnologías conseguimos fábricas inteligentes, donde todo el flujo de trabajo no solo estáautomatizado, sino también interconectado entre sí con otros actores externos, como pueden ser los propios puntos de venta. De esta forma se genera una red de información que permite métodos de fabricación flexibles y eficientes.
Algunos ejemplos y usos de la industria 4.0
Gracias a la industria 4.0, la producción en España y en el mundo está cambiando notablemente, Estos son algunas de las actividades que se realizan en el contexto de las fabricas inteligentes:
- Trazabilidad automática de productos. Gracias a la implantación de tecnologías de seguimiento o tracking las empresas tienen la posibilidad de conocer dónde se encuentran en todo momento las materias primas que necesitan o incluso el producto una vez finalizado: si está en la cadena de producción, en el transporte, en el punto de venta o si se ha adquirido ya. Esta información permite a los operadores tomar mejores decisiones y balancear la producción en función de la demanda cambiante.
- Automatización de tareas: en la cadena de producción, el producto puede ir equipado con etiquetas inteligentes de tal forma que de manera autónoma las máquinas puedan “leer” qué operaciones ya se han realizado y cuáles son necesarias.
- Localización e identificación de la plantilla. Conocer en todo momento dónde se encuentran los empleados, por ejemplo, por medio de tecnología vestible o wearables, permite conocer las necesidades de recursos, así como detectar si se produce algún accidente, facilitando una respuesta temprana.
- Mantenimiento predictivo: A partir de los datos generados por la monitorización de las máquinas y utilizando técnicas basadas en Big Data y ‘machine learning’, se puede predecir cuándo se va a producir un error en un determinado elemento de la cadena de producción, produciendo a su resolución antes de que se produzca un fallo.
Todos estos elementos contribuyen a una mayor productividad, así como a ahorros de costes notables.
La situación de España
En España ya contamos con grandes empresas que están apostando por la industria 4.0, pero todavía queda trabajo por hacer. De acuerdo con un estudio de la consultora PwC un 32% de las compañías industriales españolas están en un estadio de digitalización avanzado, mientras que el 68% se encuentra en un estado medio o bajo, por lo que todavía queda trabajo por hacer. El propio gobierno tiene un plan en marcha para ayudar a las empresas a seguir avanzando en la digitalización con una web donde se pueden encontrar información sobre las distintas convocatorias, guías e incluso una herramienta de autodiagnóstico.
Entre las barreras que destacan las empresas está la gestión de identidad y la verificación de dispositivos, la seguridad de la red o el cumplimiento normativo, y la atracción de talento cualificado experto en las distintas áreas tecnológicas implicadas.
Ventajas de la industria 4.0
Sin embargo, el estudio también desvela que la mayoría de las empresas son conscientes de los beneficios de la industria 4.0 y quiere continuar avanzando en este campo. Entre los beneficios que prevén está el aumentar sus ingresos un 11,1% de media y reducir sus costes un 19,4% como consecuencia de la digitalización.
La revolución de la industria 4.0 y el consiguiente aumento de la flexibilidad está transformando el sector industrial en términos de seguridad, calidad, productividad, capacidad de gestión, crecimiento económico y empleo, así como en una mayor satisfacción y fidelización de los usuarios. En definitiva, la industria 4.0 proporciona ventajas competitivas sobre los rivales, mejorando la agilidad y la capacidad de reaccionar ante cualquier cambio en el mercado.