La nueva modalidad de trabajo: combinación de teletrabajo y presencial

Mantener la actividad empresarial garantizando las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias pertinentes ha sido y sigue siendo nuestro objetivo en este contexto de pandemia.

Las circunstancias de la crisis sanitaria han impulsado el teletrabajo, pero sin tiempo para planificarlo, por lo que muchas estancias del hogar se han tenido que adaptar en nuevas oficinas. Esto ha tenido consecuencias directas en las preferencias habitacionales, puesto que ha puesto de relieve la ineficacia e insuficiencia de espacios habilitados a tal efecto en nuestros hogares.

Haber forzado al teletrabajo sin una previa planificación también ha señalado sus propias carencias, puesto que no se basa únicamente en el uso de tecnologías digitales: implica cambios en la vida cotidiana y en la adaptación de los recursos para desarrollar el trabajo.

Pese a todas las dificultades en estas difíciles circunstancias, el teletrabajo ha supuesto un problema y el resultado ha sido un éxito, por lo que es posible que se incremente y se implemente en más empresas en cuanto la situación se normalice.

No obstante, se ha demostrado la eficacia de esta forma de trabajo en muchos países, de ahí que se vaya a convertir en un factor clave para la empleabilidad.

El teletrabajo, una apuesta por la autonomía

El teletrabajo proporciona mayor flexibilidad espacial y temporal. La potencia de la digitalización ha ampliado las posibilidades del trabajo a distancia: elementos como la nube, que son bases de datos compartidos de manera virtual, o las tecnologías de comunicación virtual, entre otros, facilitan el trabajo en remoto.

Con la pandemia y la cuarentena, los trabajos que requieren de mayor cualificación han comprobado de primera mano las ventajas del teletrabajo: permite organizar el tiempo personal, el gasto es menor en parte porque no conlleva desplazamientos, y, además, facilita la conciliación familiar, personal y laboral. Ahora que el confinamiento ha terminado, no hay necesidad de trabajar encerrados en el hogar, sino que existe la posibilidad de hacer de las bibliotecas y otros espacios una nueva oficina.

Telemático y presencial: una nueva modalidad de trabajo

La cuarentena ha servido como catalizadora convirtiendo el teletrabajo en la nueva norma: ha conseguido en dos meses lo que hubiera llevado en torno a cinco años.

Avances tecnológicos con una presencia cada vez mayor en nuestro día a día como la digitalización, la fibra óptica, el hecho de que muchas operaciones administrativas se puedan realizar de manera telemática, etc. han contribuido a hacer del trabajo a distancia una realidad.

Pero no todo tiene por qué ser trabajo en remoto: la modalidad semi-presencial es posible. Combinar trabajo presencial con trabajo a distancia por franjas horarias durante el mismo día o trabajar en remoto durante un par de días a la semana son opciones que han ganado adeptos en los últimos meses.

El Estatuto de los Trabajadores apenas contempla el trabajo a distancia; solo aparece en relación con la conciliación familiar. Por eso es preciso contar con un marco legislativo que lo regule y que no se limite únicamente a situaciones drásticas como el estado de alarma.

En España, el porcentaje de trabajadores que trabajan en remoto es bastante bajo (menos del 5% en la Encuesta de Población Activa de 2019 elaborada por el INE). Otros países europeos superan el 10%, pero ninguno llega al 20%. Quienes más lo practican son aquellos que viven su con familia y tienen hijos u otras personas a su cargo.

Pese a que el modelo híbrido es una buena modalidad por las ventajas que promete, tampoco es tan sencillo, puesto que puede dar lugar a dos clases de trabajadores: por un lado, el que siempre está en la oficina y, por otro, el que siempre está en casa.

Por eso, para garantizar un trabajo híbrido y rotativo entre la oficina y el hogar, es necesario repensar el diseño de las oficinas. De esta manera, la empresa puede ahorrar costes de oficinas e infraestructuras, y el aire de nuestras ciudades agradecerá la no contaminación por la ausencia de desplazamientos.